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Mostrando entradas de noviembre, 2019

Black Fried Day

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Los españoles, cuando nos venden algo con cierta gracia, lo compramos compulsivamente, como si no hubiera un mañana. El famoso “BlackFriday” era un día, tío, que los americanos señalaron para hacer promociones y que se convirtió en un hito. Y aquí, como nosotros somos así, el puñetero viernes negro dura semana y media. Que no abres un email , un wass o una página web sin que te salte el anglicismo a los ojos, oye. Sí, sí, ríanse. Miren, en su buscador de internet de referencia, el término y verán como les pasa como a mí: 4.450 millones de resultados de la búsqueda. El Viernes Negro comenzó a celebrarse en España en 2012 y desde entonces ha crecido sin parar, arrastrando no sólo al comercio online sino a las grandes superficies y hasta el pequeño comercio, al punto de que según la Asociación Española de la Economía Digital , en 2018 se movieron 1.560 millones de euros en compras a través de Internet . Y eso que el año pasado las ventas solo crecieron un 6% respecto a

Periodismo detergente

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Colea la sentencia de los ERES y, al tiempo que no vamos enterando de “detallitos” de la sistema mafioso montado por el PSOE en torno a la Junta de Andalucía , asistimos a una nueva entrega de un fenómeno ya consolidado en España en los último años, el de los medios “detergentes” de comunicación. Son esos diarios -impresos o digitales, nacionales o locales-, cadenas de radio, canales de televisión y publicaciones de toda laya, también (o sobre todo) en las redes, que sin apearse de su condición de “periodistas”, arrastran el ya poco buen nombre de la profesión por los lodazales de la subjetividad, el sectarismo, la tendenciosidad y el servilismo, cuando no directamente la mentira y la calumnia. Menciona Maite Rico , en su columna de El Mundo , el cada vez más habitual ejercicio del “perodismo” , en el afán de excusar las actividades corruptas, nepotistas, abusivas o directamente delictivas -con sentencia judicial- de los amigos poderosos, los que los mantienen a golpe

Condena a la mafia del PSOE

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Se ponga como se ponga el caradura de Abalos, al PSOE, en la persona de dos expresidentes de la Junta de Andalucía, que fueron también ministros del Gobierno de Zapatero, junto a otra exministra y dieciséis conmilitones más, le han condenado por la mayor operación de corrupción de la democracia española. No, no es como dice el desahogado una condena a la Junta de Andalucía, sino al partido que se benefició luego electoralmente, durante diez años, de un sistema delictivo instalado a tal fin, para más inri , con los dineros que hubieran debido llegar a los más necesitados. En Ferraz todos se han apresurado a ponerse de perfil, como si el fallo judicial no fuera con ellos, con la matraca de que “ya se habían depurado responsabilidades a nivel interno”, que “este es otro PSOE” y argumentos similares que, en cambio -y siendo más ciertos- no le valieron a Rajoy, que sí acabó con Bárcenas y los paseos de los de Gurtel por las cercanías de la calle Génova. Conviene recordarlo por

Silencios y rebuznos

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Resultan dramáticos, para un analista político, fines de semana como este, en que Pedro Sánchez se mantiene en silencio y, por un lado, no puedes comentar su última mentira; y por otro, estás en un sin vivir, porque no sabes qué estará tramando, con quién, y cuánto nos va a costar a los españoles. Abres las páginas, en papel o internet, de los periódicos y buscas algo que merezca el punzón de cada lunes, que tampoco vamos a andar prodigándoselo graciosamente a quién no da la talla. Y en esas estamos. Porque, a ver, que Torra reconozca su falta ante el tribunal que le juzga por no obedecer la orden de la Junta Electoral Central de quitar los lazos amarillos del Palau de la Generalitat en la campaña electoral, no es ni noticia. Bueno, puede ser noticiable que rebuzne su confesión; pero, desde luego, no que desobedezca. Hay gente en este país a los que las órdenes de quienes tenemos como árbitros de nuestra convivencia, nuestros derechos y libertades -que no otra cosa so

Sánchez durmiendo con su enemigo

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Hoy he dormido mal, muy mal. Y eso que acabamos de cambiar el colchón por uno de esos de materiales revolucionarios, con núcleo de muelles ensacados y acolchado con su capa viscoelástica y fibersoft, isotérmico, a las finas hierbas y la Biblia en verso. Un pastón, oiga. Pero, nada, he dormido fatal. Debo ser parte de ese noventa y cinco por ciento de españoles que Pedro Sánchez decía en la campaña electoral, y del que él acaba de apearse, acostándose con quien decía causa de su insomnio . El acuerdo de los Picapiedra  -ya saben, Pedro y Pablo- lo tiene todo para desvelar a cualquiera con un mínimo de sentido común. Todo, desde el momento (con el Rey enviado a un viaje a Cuba, !toma nísperos!) hasta el contenido, pasando por la urgencia y las formas, tiene los componentes necesarios para desvelar a los españoles, hoy asombrados de que, en solo veinte días, el okupa de la Moncloa se haya desdicho de una de sus más destacadas frases en la campaña electoral y haya alcanzado un p

¡¡Pactad, pactad, malditos!!

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Nada nuevo bajo el sol. Para este viaje no hacían falta alforjas, porque nos "hemos hecho un pan como unas hostias" , que es lo que se dice cuando se hace algo mal y el resultado final no soluciona nada, sino que lo deja en peor situación. O sea, lo de Pedro Sánchez y las elecciones del 10N . A lo mejor es que los españoles somos tan cabrones que, cuando nos tienen como a un dominguillo, de urna en urna, nos vengamos de los incompetentes adelgazando el alambre, para que el equilibrio se haga más difícil y comprendan que no les queda otra que agarrar una barra más larga que los estabilice por derecha e izquierda. El día después, los españoles comprobamos que, en efecto, lo que sale del horno panificador ni abulta, ni cunde, ni mucho menos alimenta. Ahí la tienes, báilala. Y a ver cómo se baila esto y que pareja eligen los danzantes. En 1969, Sidney Pollack filmaba la historia de una serie de personas desesperadas que participaban en un maratón de baile, has